"Ha muerto Tina Turner. Es un enorme tópico, pero no hay otra forma de decirlo: con ella se cierra una página en la historia de la música.
A menudo se la denomina la “Reina del Rock” y fue en ese género donde alcanzó su mayor éxito. Pero antes de eso ya era una famosa cantante y compositora de R&B, junto a su entonces marido Ike Turner. Durante esa relación fue víctima de malos tratos y cuando rompió con Ike rompió también con todo lo que la limitaba y explotó como la gran estrella del rock que llegó a ser.
Pudimos disfrutar de la enorme fuerza y energía inagotable de Tina Turner en El Molinón, en un concierto celebrado el 8 de julio de 1990 y que fue el primero de los grandes conciertos internacionales que vendrían después. No pudo haber mejor inicio para aquella época, viéndolo ahora con la perspectiva que dan los años parece que la capacidad de Tina Turner para renacer y reinventarse a sí misma se contagió a nuestra ciudad, que entonces también buscaba su propio renacimiento.
El concierto de Tina Turner en Gijón formaba parte de la gira “Foreign Affair: The Farewell Tour” y que pudiese celebrarse en nuestra ciudad fue muy complicado, por aquel entonces casi nadie creía que organizar algo así en Gijón fuese posible y tuve que doblegar muchas resistencias y romper muchas trabas, muchísimas. El montaje del concierto en Gijón supuso un esfuerzo considerable, una semana de trabajos que sentaron las bases de una maquinaria que empezó a funcionar muy bien. Acudieron 42.000 espectadores y fue todo un éxito.
Aunque mi contacto personal con ella fue breve no dejó de impresionarme su simpatía y amabilidad, su alegría. A la satisfacción de tenerla en Gijón se sumó poder verla tan bien después de todo lo que había sufrido y luchado. Estaba en su mejor momento.
Tengo que confesar que sentí la noticia de su muerte como algo personal por los grandes recuerdos que me trae su figura. Tina Turner no solo forma parte de la historia de la música, también forma parte de la historia de Gijón y así podemos despedirla hoy."
