Hace unos cuantos meses tuvimos por aquí a una bloguera invitada, mi compañera Mari Carmen Álvarez nos contó como eran los tiempos en los que ella empezó a trabajar en la UNINSA. Acaba de prejubilarse y vuelve a ser tan amable como para compartir con nosotros la experiencia de esa nueva etapa en su vida por la que ahora mismo están pasando muchos otros trabajadores de Arcelor-Mittal
A petición de la interesada ilustramos su relato con Yesterday de The Beatles
Por fin llegó mi ansiada prejubilación (que todavía no es jubilación, pues voy a un Ere para luego acceder al Contrato Relevo) y no puedo dejar de mirar atrás y pensar que lejos quedaron aquellos tiempos del “Carreño” cuando en el año 68 empecé a trabajar en UNINSA, una Siderurgia aún sin inaugurar que pocos años después se fusionaría con ENSIDESA., y como mi Departamento vino para Avilés, pues yo dejé mis reflexiones en la vía estrecha para estar cerca de casa, el cambio fue tremendo pues aquí había mucha gente, muchas instalaciones, mucho movimiento en fin un Monstruo. En estos 41 años de vida laboral salimos de una Dictadura y entramos en una Democracia con una transición muy movida en el mundo laboral, huelgas a montones, discusiones en el trabajo, etc. se suavizo el trato con los Jefes, pues pasamos del Don al Tu; el sistema de trabajo cambió, antes había mucho que escribir a máquina y los hombres consideraban que era trabajo femenino pero cuando llegó el ordenador se tiraron a él como posesos, más tarde vinieron el correo electrónico e Internet y el trabajo se redujo a la mitad, pues hay que tener en cuenta que cuando yo empecé a trabajar no existía ni la fotocopiadora.
Ahora sale mi vena feminista, yo creo que en estos cuarenta años las que más avanzamos fuimos las mujeres, no se nos permitía ir a trabajar de pantalones pero poco a poco los fuimos introduciendo, teníamos que compaginar la vida laboral con la familiar y toda la carga caía sobre nosotras, había que escuchar comentarios de compañeros diciendo que mejor quedábamos en casa cuidando de los hijos, etc etc. la Empresa que derrochaba el dinero a manos llenas nunca quiso poner una Guardería, pues los Directivos de la época también opinaban que “la mujer en casa con la pata quebrada” pero afortunadamente y a base de lucha conseguimos cosas y ahora las nuevas generaciones lo tienen todo más fácil.
Bueno no todo fue lucha, pasé momentos muy felices y los malos se me olvidaron, éramos como una gran familia, con sus peculiaridades, pues había gente llegada de toda España. Bueno en fin hay anécdotas como para escribir varios libros……