Parece que estos días se multiplican los botellones. Precisamente unas fotos del ultimo celebrado en el Club de Regatas de Gijón, aunque en este no eran jovenzuelos con bolsas de supermercado llenas de alcohol barato, si no gente mas madurita perfectamente vestida y peinada celebrando un bodorrio en el club de regatas. Sin mascarilla, sin distancia, sin preocuparse un ápice por las normas que solo nos atañen a los plebeyos. Si de este bodorrio sale un brote ya se cuidaran mucho de ocultarlo y echarle la culpa al maestro armero, pero aunque no sean atacados por el covid-19 si es evidente que están infectados por el virus de la prepotencia y la chulería. Son mucho peores que los que hacen botellón a la usanza tradicional.
Y una vez mas hay que preguntarse porque sigue el Club de Regatas ocupando un espacio publico según la ley de costas.
1 comentarios:
Ya el verano pasado se podía ver desde la escalera 1 como de puertas adentro había patente de corso para arrimarse y vivir la vida despreocupada. Parece que en los estatutos debieron escoger la libertad como en Madrid.
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