Hoy se inauguro una estatua dedicada a Rambal en Cimavilla, un personaje popular que ya forma parte de la historia de un barrio muy rico en personajes irrepetibles. Algunos de los vecinos que estaban allí lo habrán conocido y muchos otros sabrán ahora de su historia y la historia de la época en que vivió, una época en la que la vida era muy dura para la mayoría y especialmente para un joven homosexual. Pero también es una historia de solidaridad y cariño entre vecinos y de aceptación de las diferencias en medio de la intolerancia oficial. Esos mas jóvenes sabrán también el trágico final de la historia de Rambal y puede que sea una valiosa lección para aprender a respetar a los demás.
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