No es que se me pueda considerar un tintinófilo, pero siempre me gustaron las historias de Tintín, el Capitán Trueno o el Jabato. Fueron muchos años infantiles pasándolo bien con estos personajes, especialmente con Tintín ya que sus libros tienen una calidad en los dibujos y los guiones son mucho más que buenos, trasladándonos a lugares inverosímiles de todo el mundo… durante unos años en que no había otra forma de conocerlos. Hergé nos hizo felices.
Cuando se anunció que Steven Spielberg en una adaptación cinematográfica no voy a negar que sentí un cierto escalofrío (imagino que compartido por muchos) porque suponía andar enredando con historias que eran casi propias, unido a que la complejidad de trasladar un comic a la pantalla se veía agravada en este caso por su inconfundible...