Las elecciones del pasado domingo dieron como resultado una victoria arrolladora de la derecha y una derrota sin paliativos del PSOE, a mí entender la dimensión de ambas es igualmente excesiva.
Los votantes habituales de la derecha fueron a votar con precisión suiza y a ellos se sumaron otros 500.000 nuevos votantes. Sin importarles los importantes recortes que obviamente acometerá el PP, recortes que afectarán muy directamente a más de uno. No hay más que ver la gestión que ha llevado a cabo el PP allí donde gobierna, una gestión que dista mucho de la brillantez que quieren vendernos, una gestión mala y plagada de corrupción.
Algo que tengo más claro a cada momento es que el PSOE, por su parte, sufrió un implacable voto de castigo por los vaivenes y las inseguridades de Zapatero, una de las cosas que menos gustan a los ciudadanos: políticos sin mando en plaza. En estos últimos años el Gobierno gobernó poco, con continuos cambios de criterio que lo llevaron al desprestigio. Unido a una gestión completamente desconectada de sus votantes, a unos cuantos ministros que no daban la talla y a la brutal crisis económica mundial el resultado fueron más de 5.000.000 de parados, lo que hundió definitivamente el Gobierno socialista y supuso la pérdida de más de 4 millones de votos respecto a las elecciones Generales del 2008. Estos terribles resultados nacionales del PSOE se corresponden con los de Asturias y Gijón, donde se registran pérdidas de votos mucho más que preocupantes.
Meter la cabeza debajo del ala y tirar para adelante como si nada hubiese pasado, tal y como pretenden los barones del partido, no sirve para nada bueno; sirve para que en las próximas elecciones se siga perdiendo apoyo. Por eso es necesaria una autocrítica, empezando por asumir el error de poner a Rubalcaba como cabeza de cartel, un político al que los ciudadanos asociaban con el Gobierno de Zapatero y suponía más de los mismo. Siguiendo por una mala campaña poco ambiciosa y poco trabajada ¿El vídeo en “defensa” de la Escuela Pública, eso fue lo mejor que podían hacer en una de las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos?
Espero que por fin en el PSOE afrontemos un periodo de reflexión y debate, tranquilo pero todo lo contundente que sea necesario, que cambien las actitudes y las formas de hacer política, que haya un acercamiento sincero a los ciudadanos unido a una democratización interna del partido donde los militantes podamos elegir a nuestro Secretario General y a los candidatos, donde se fomente el debate sin exclusiones y se persiga la corrupción con toda energía.
Son tiempos de cambios y los partidos tienen que cambiar acercándose a los intereses y las preocupaciones de la gente, de no ser así el PSOE seguirá perdiendo votos. Como pasó en estas últimas elecciones o en las municipales y autonómicas de mayo, en las que se perdió el gobierno de la práctica totalidad de Comunidades Autónomas y ciudades importantes.