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viernes, 24 de septiembre de 2010

Otoño


Se acabó el verano, al menos oficialmente. Un "largo y cálido verano" también divertido ¿quién puede aburrirse en Gijón durante el verano? Yo creo que nadie a pesar del calor y la humedad excesivos de algunos días, parece ser que tuvimos el verano más caluroso de los últimos 40 años. Nosotros disfrutamos de las visitas de familiares y amigos, de andar mucho por la calle e intentar catar la programación veraniega, aunque los conciertos pasaron con más pena que gloria. La verdad es que hay que admitir que siguen haciéndose muchas cosas que se iniciaron en los 80 y van necesitando una puesta al día. Gijón sigue siendo una ciudad ideal para vivir y pasarlo bien sólo saliendo a la calle por nuestro espíritu sociable y abierto.

El otoño se anuncia melancólico e inquietante por los malos tiempos económicos y sociales, también porque supone la vuelta a una cierta rutina. Pero el otoño también trae sus cosas buenas, época de sosiego y tranquilidad, y época de volver a apasionarse con el Sporting.

Y Muniellos en otoño sigue siendo una de las grandes maravillas del mundo

lunes, 13 de septiembre de 2010

Fiestas de Moreda (Gijón)

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Este fin de semana se celebraron las fiestas anuales de mi barrio, el de Moreda en Gijón. El domingo hubo la tradicional comida en el parque, en el que fue con seguridad el peor día del verano por lo que numerosos vecinos optaron por resguardarse bajo los soportales y fuimos pocos los inconscientes que aguantamos las inclemencias del tiempo.

A pesar de las nubes no llovió durante la comida y pudimos pasar una "fresquita" tarde campestre bajo nuestro carpinus favorito

martes, 7 de septiembre de 2010

Día de Asturias

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Mañana es el Día de Asturias, una fiesta siempre muy especial para los que nos sentimos asturianos. Con ella casi se cierra el verano y se da el pistoletazo de salida al otoño... lo que no suena muy bien, pero todas las estaciones tienen sus propios encantos aunque este otoño venga con cara de pocos amigos.

Si no pasa nada nosotros lo celebraremos con una pequeña excursión a Candás donde pretendemos comer algún pescadín rico (no es que no lo tengamos en Gijón, que lo tenemos a esgalla, pero hay que variar de vez en cuando) regado con una sidra igualmente rica. Acabaremos cantando el "Asturias patria querida", como debe ser.

Que todos lo paséis muy bien el Día de Asturias, que el día se lo merece.

¡PUXA ASTURIAS!

jueves, 2 de septiembre de 2010

El nacimiento de una Leyenda Urbana

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Hace muchos muchos años en una galaxia muy lejana, Montserrat Caballé actuó en el Teatro de la Universidad Laboral de Gijón. Fue en una terrible noche de lluvia y granizo, factor fundamental para el Nacimiento de una Leyenda Urbana.

Tener el privilegio de organizar el concierto de una gran diva como Montserrat Caballé es motivo de orgullo para cualquiera y aquél fue magnífico. Aunque seguro que muy poca gente lo recuerda porque ocurrió "algo", algo que a fuerza de contarlo distorsionado hizo que el concierto que se recuerda nunca existió, mientras que el concierto real dejó de existir para muchos gijoneses. Pena, porque el concierto real que sí existió fue una auténtica delicia.

Por aquellos años el Teatro de la Laboral se parecía muy poco al de ahora, desde luego no tenía las excelentes instalaciones técnicas con que cuenta en la actualidad y se dio la circunstancia de que estalló uno de los focos de iluminación, algo no del todo extraño para la época y más en un viejo teatro. La explosión no pudo oírse en el patio de butacas, pero fue muy potente en el escenario y la tramoya: Montserrat Caballé se asustó con el ruido e interrumpió su actuación temiendo que pudiese ser otra la causa de la explosión, en cuanto se enteró de lo que había pasado volvió al escenario y pidió disculpas como la inmensa profesional que es. Fue entonces cuando algún "melómano" del público se puso a dar gritos histéricos pidiéndolo perdón a ella... que no entendía nada. Como no lo entendía nadie con dos dedos de frente, pero hay que darse cuenta que a espectáculos que cuentan con ese sello de "culto" y "fino" van muchos "melómanos" de los que sólo quieren que los vean.

A partir de ahí se generó la típica bola de nieve donde alguien interpretó que ella se había retirado del escenario porque entraba agua de la fuerte lluvia y cada uno añadía su personal granito de horror a la historia que le habían contado de séptima u octava mano, los periódicos se inundaron de cartas de protesta llenas de santa indignación y así nació la Leyenda Urbana de "A la Caballé le Llovió en el Escenario de la Laboral". Aunque nunca cayese ni una sola gota de agua y lo que realmente pasó se explicase mil veces. Hoy todo el mundo está convencido de que "A la Caballé le Llovió en el Escenario de la Laboral".

Viéndolo en la distancia me quedo con un par de historias dignas de Monty Phyton, como la de alguien -que me constaba no había estado en el concierto- jurándome y perjurándome que había visto con sus propios ojos como caían chorros de agua en el escenario, "chorros, te lo digo yo". La otra es aun mejor: cierto ilustre crítico musical local bramaba al borde de la apoplejía porque no se hubiese tenido el detalle de poner una alfombra en el escenario, para que quedase más lucido. Una alfombra. Debajo del piano. Es cierto, no me lo invento: ese señor quería poner una alfombra debajo del piano. Supongo que su enciclopédica cultura musical no alcanzaba para saber que si pones una alfombra debajo de un piano no suena.

En fin, sé que es inútil luchar contra una buena Leyenda Urbana pero aquí está mi pequeño intento, ya que supongo que volverá a aflorar con el concierto que nuestra divísima dará esta noche. Concierto que, sinceramente, espero sea tan bueno como aquel que dio una noche de lluvia y granizo