1 de Mayo

Este 1 de Mayo promete ser más caliente de lo normal. La tradición marca que la fiesta del 1 de Mayo debe tener una vertiente reivindicativa, un día en el que los trabajadores salimos a la calle a reclamar nuestros derechos y apoyar nuestras reivindicaciones. Pero desde hace unos años este componente se estaba diluyendo, dejando el 1 de Mayo en una fiesta más con unas burocráticas manifestaciones que los sindicatos organizaban para cubrir el expediente, manifestaciones a las que acudían los liberados y poco más. Pero hemos llegado a un punto en el que no cabe más opción que recuperar el carácter reivindicativo del 1 de Mayo

Corren malos tiempos para los que vivimos de un sueldo… y tiempos aun peores para los muchos que ni siquiera tienen eso y van cayendo día a día en la desesperación. Unos tiempos en los que muchos españoles vuelven a verse obligados a abandonar su país para buscar trabajo allá donde lo haya, igual que en oscuros tiempos pasados que ya creíamos olvidados.

Las políticas de austeridad a macha martillo de Rajoy, con brutales recortes en sanidad, educación e inversiones, están creando un clima de desesperación que no padecíamos en España desde hace muchos años. Y lo peor es que no se ve al luz al final del túnel, no hay ninguna medida de reactivación ni apunta intención alguna de que las vaya a haber. La economía española va derrumbándose día a día y ya se esperan más de 6 millones de parados a final de año, víctimas de la carencia de políticas de reactivación y de la salvaje reforma laboral. De un plumazo se nos han arrebatado a los trabajadores derechos fundamentales, dejándonos a merced de los caprichos de esos empresarios que aplauden al PP con tanto entusiasmo por una reforma laboral que solo servirá para crear más desempleo.

Los trabajadores somos quienes estamos pagando las consecuencias de la debacle financiera mundial de la que no fuimos responsables, producto de la especulación y las mentiras de las entidades financieras quienes, por cierto, siguen con sus prácticas de siempre, amparadas por los poderes políticos siguen utilizando los mismos métodos que nos llevaron a la catástrofe. Reciben dinero barato de los estados y vuelven a ponerlo en el mercado a un interés cinco veces superior al que lo recibieron, usándolo para sanear sus propias cuentas y bloqueando el crédito. Sus directivos y ejecutivos siguen manteniendo sus sueldo megamillonarios a pesar de ser los causantes de la crisis, faltaría más. Un panorama sombrío, en el que los ciudadanos nos vemos atrapados, un panorama en el que parece que no hay cabida para la esperanza y la ilusión.

De todas formas parece apuntar una pequeña chispa de esperanza con la posible victoria en las elecciones presidenciales francesas del socialista François Hollande, quien aboga por cambiar la tendencia imperante en la economía europea y apostar por la reactivación frente al brutal ahorro que todo lo ahoga, curiosamente cada vez más sesudos economistas ven en la victoria del candidato socialista francés la única posibilidad de mejorar la situación en Europa. Puede que no todo esté perdido y algo empiece a cambiar para mejor.

Viva el 1 de Mayo

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