
El propietario de Cubiella decidió retirar el famoso cartel que tanto molestaba a algunas personas. Una decisión más que comprensible, imagino que para él el famoso cartel no era más que una foto bonita, muestra de las capacidades técnicas de su empresa y que seguramente ya no veía después de tantos años. La decisión de Cubiella es una de las pocas, sino la única, cosa razonable y explicable en todo este asunto. Muestras de estupidez no han faltado, desde luego: empezando por quien considera tremendamente ofensivo el cuerpo de una modelo de constitución envidiablemente atlética, vestida con bañador o ropa deportiva pero que, oh horror,...