Según El Comercio hoy hace 10 años que se completo el túnel para el Metrotren, un túnel de 3,9 Km, destinado a albergar una linea de metro que uniría el Museo del Ferrocarril con la Escuela de Ingenieros. La obra tuvo un coste de 138 millones de euros a los que habría que sumar el dinero necesaria para vías, estaciones, trenes y otros equipamientos. Una vez finalizado el túnel nadie mas volvió a acordarse del Metrotren, y esos 138 millones quedaron ahí enterrados sin mas finalidad que servir de enigma para algún arqueólogo en el futuro.
El proyecto tuvo muy poco sentido desde el principio, una ciudad del tamaño de Gijon y que cuenta con un excelente servicio de autobuses no tiene entre sus prioridades una linea de metro, fue el proyecto faraónico con el que Francisco Alvarez-Cascos pretendía pasar a la historia como un moderno Jovellanos, inexplicablemente el Ayuntamiento de Gijon se sumo con un entusiasmo digno de mejor causa. Y ahí esta el resultado, enterrado y olvidado bajo las calles de Gijon. Por supuesto nadie asumió responsabilidades por lo que sin duda es el gran fiasco de la historia gijonesa.
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