Ayer Pedro Sanchez presento oficialmente su candidatura para liderar al PSOE y lo hizo, ni mas ni menos, en Dos Hermanas: lugar profundamente vinculado al felipismo. El acto tuvo que cambiar su lugar de convocatoria, pero al contrario que otros lideres no fue porque la sala se quedase grande, Sanchez tuvo que salir al exterior porque los asistentes no cabían en el salón previsto para el acto. Eso de por si da una muestra de la capacidad de convocatoria que Pedro Sanchez conserva entre los militantes, meses después de los extraños acontecimientos que le desalojaron de su cargo.
Yo no soy un gran fan de Pedro Sanchez, en realidad ni siquiera vote por él en las primarias ni tuve nunca demasiada sintonia con quien mas le apoyan en Asturias, pero me parece admirable que se haya decidido a presentar su candidatura y pretenda seguir dando la batalla, en lugar de aceptar algún chiringuito dorado que sin duda le habrán ofrecido. El PSOE necesita un buen meneo para despertar del letargo en que se encuentra sumido por quienes lo convirtieron en una estructura burocrática por completo alejada de la realidad de los ciudadanos. Puede que Pedro Sanchez sea el líder que el PSOE necesita para el futuro o puede que no, pero de momento es el único que se atrevió a dar la cara y a reivindicar la participación de los militantes, cosa que hay que valorar.
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