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jueves, 12 de octubre de 2017

El "Proces" está siendo un completo despropósito.

Todo este proceso de la Independencia de Cataluña está siendo un completo despropósito. Aunque obviamente el nacionalismo catalán viene de lejos, hay que estar muy ciego para no darse cuenta de que esta nueva revitalización se apoya en dos pilares: la corrupción y la insolidaridad. CiU tenía montado un buen negocio con el 3% de comisión y campando a sus anchas sin que nadie le pidiese cuentas, pero cuando empezaron a destaparse casos y casos de corrupción la cosa se complicó y se hizo evidente la necesidad de aumentar el control sobre el territorio y no tener que dar molestas explicaciones. Lo de la insolidaridad ya es algo más generalizado, no tan de élites dirigentes; con la crisis empezó a popularizarse el slogan de "Madrid nos roba" (siendo "Madrid" cualquier rincón del resto de España), los catalanes se convencieron de que si la crisis los afectaba era porque estaban obligados a contribuir a los gastos comunes del país, ellos -tan listos y tan guapos- no tendrían que gastar sus dineros en la pensión de un pringado de Albacete o de Gijón. Y aquí llegamos. A la puesta en marcha de un proceso independentista en toda regla, lo malo es que no eran tan listos como se creían (lo de guapos va en gustos) y acabó siendo un esperpento que solo entendería Berlanga.
Ahora tenemos una República Catalana recién proclamada... aunque en suspenso, esperando a que el pérfido "Estado Español" se decida a negociar, no pinta bien. Y desde luego no pinta nada bien para el propio Puigdemont que acaba de cortarles "el mexu" a sus socios de la CUP, ellos que ya estarían preparando el hermanamiento entre Barcelona y Pyongyang ¿A qué se debió el frenazo? Puede que se diesen cuenta de que realmente era inviable y tenían a más de la mitad de la población en contra, segurísimo que también influyó la fuga de empresas...
Cada día estoy más convencido de que el "Proces" fue un farol que salió mal, seguramente sus promotores pensaron que el Gobierno de España se apresuraría a darles lo que fuera. Se ve que conocen poco a Mariano, que no suele apresurarse y más bien tiende a dejar que las cosas se pudran sin hacer nada. Una vez colgada la espada de Damocles de la Independencia Suspendida aparecen por doquier voces clamando por el diálogo, incluso apoyadas por manifestaciones de Culpables Remanentes (sí no habéis visto "The Leftovers" no dejéis de hacerlo)... y empiezo a notar una sensación inquietante. Yo siempre estoy a favor de diálogo, pero no sé si será buena idea lanzar propuestas de negociación que supongan aplicar a Cataluña el mismo régimen fiscal que al País Vasco, o sea: que se queden con todos sus impuestos, sin aportar nada pero sí recibiendo de los Presupuestos del Estado. O sea: alentar la insolidaridad ¿Qué será lo siguiente, la amnistía para los Pujol?
Si yo tuviese algo que decir al respecto me inclinaría por un referéndum de independencia -con todas las garantías de un estado de verdad- de aquí a un par de años, para pensar con un poco de calma. Y que conste que llevo diciendo lo mismo desde hace mucho tiempo, aviso para quienes se apresuren a reprocharme que copio las brillantes ideas de los Culp... de Podemos.
Que no nos pase nada.

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