Una egipcia alumna de el Instituto N1 de Gijón considero que no deberían aplicarse las mismas normas que al resto de sus compañeros, unas normas que recojén que los alumnos no pueden asistir a clase con la cabeza cubierta. Esta mujer lucia el velo islámico, símbolo patriarcal donde los haya y que reduce a las mujeres a mobiliarios propiedad de los hombres, una prenda que recuerda a las mujeres que ellas son culpables de las agresiones sexuales por provocar a los hombres, una prenda que significa muchas cosas y ninguna de ellas medianamente aceptable en una sociedad civilizada, una prenda expresamente prohibida por la normativa del centro que ella decidió asistir. Cuando algún ingenuo en el Instituto N1 pretendió que esta mujer cumpliese las mismas normas que el resto de sus compañeros la alumna fue corriendo a la Comisión Islámica de España a quejarse de tan horrenda "discriminación" .El Gobierno de Principado de Asturias le dio la razón, recordándonos que los musulmanes están exentos de cumplir las normas que afectan a los infieles. Que terrible es la islamofobia,
La religión no tiene lugar en la enseñanza publica, en los centros de enseñanza publica no debería hacerse exhibición de símbolos religiosos y, menos aun cuando son símbolos que degradan a la mujer hasta niveles que serian inaceptables para cualquier otra ideología diferente del Islam.
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