Ayer finalizo la gira de despedida de Serrat con tres conciertos en el Palau Sant Jordi de Barcelona en los que congregó a 43.000 personas. Pone fin así a su carrera uno de los músicos mas icónicos de España, baste decir que es el cantante que nos dejo esa maravilla de canción que es "Mediterráneo". Serrat fue una persona que nunca sintió miedo ante el compromiso político y se enfrentó a la dictadura franquista cuando había que hacerlo, tampoco dudo mucho en expresar su propias opiniones ante cualquier materia aunque no siguiese las tendencias mas fáciles y populares, como en el caso de su oposición al independentismo catalan. Le encantaba Gijón y siempre disfrutó de sus estancias entre nosotros, tan gran fan de Quini y entusiasta aficionado a los oricios. Es realmente una pena que entre los 74 conciertos de despedida que no se consiguiese uno en Gijón.
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