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martes, 18 de octubre de 2011

Primarias

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Estos días el Partido Socialista Francés estuvo inmerso en el proceso final de elecciones primarias, dos millones de militantes y simpatizantes eligieron a Hollande como candidato socialista para la Presidencia de Francia. Uno, que lleva muchos años en el PSOE, ve este proceso con mucha envidia y un punto de cabreo. Envidia al no entender por qué en mi partido no existe ese mecanismo básico de democracia interna, en un partido que siempre luchó por la democracia y en un país democrático desde hace 33 años. Cabreo al ver que lo habitual en mi partido es que los candidatos –tanto a cargos internos como a las instituciones- son designados por un número muy reducido de militantes, mientras la gran mayoría no tenemos ni voz ni voto en la designación de las personas que deberían representarnos y menos aún en la elaboración de los programas electorales.

No deja de ser chocante que los partidos políticos españoles sufran de serias carencias de democracia interna, siendo como son un pilar muy importante para la propia existencia del régimen democrático. Y viviendo como viven de subvenciones públicas. Una situación de completo sinsentido para con la ética democrática, que debería estar regulada por una ley en concordancia con la Constitución.

Espero que en el PSOE alguien abandere muy pronto la generalización de la elección directa por los militantes de los dirigentes y los representantes en las instituciones. Sería bueno no solo para el mejor funcionamiento del partido, sino también para los ciudadanos españoles que tendrían unos representantes de mayor nivel y capacidad. Desde luego para quien no sería bueno es para las nomenclaturas de los partidos, que siempre ven estos procesos democráticos como un elemento de inestabilidad interna. Como lo demuestra una vez más lo que está pasando en Francia, creo que es justamente lo contrario: es afianzar la organización, dar una representatividad interna real mediante el debate público de sus militantes y simpatizantes, reforzar los ideales acercándolos a los deseos y necesidades de la gente. Son imprescindibles debates profundos en los que participe todo el que esté interesado y que no estén limitados a las conferencia o Congresos, en los que un número muy reducido de militantes (básicamente designados por los aparatos) decidan programas y candidaturas a menudo muy alejados de los intereses reales de la mayoría de los militantes y, por lo tanto, de los ciudadanos.

A ver si el proceso de democratización interna se inicia en el PSOE cuanto antes, por coherencia democrática y por eficacia, antes de que el partido llegue a estar en tal situación de quiebra que ésta sea la única posibilidad de regenerarlo. Que entre aire fresco en la organización y sobre todo ideas nuevas, pero para conseguirlo tenemos que participar todos: los que llevamos muchos años y los recién llegados, sin vetos ni exclusiones.

4 comentarios:

Daniel, ese es uno de los grandes problemas de los partidos políticos en nuestro país. El control de las "máquinas del partido" ahoga y no deja circular el aire fresco.¿Qué caras nuevas hay para las próximas elecciones en los partidos españoles? Casi ninguna o ninguna. Todo está atado y bien controlado por los que desde hace una o dos décadas se implementaron en las sedes y demás...Y eso,junto con lo de las listas y demás-que todos conocemos-hace que unido a la falta de eficacia, a los beneficios que se atribuyen,etc, hace que estén a años luz de la gente y de la ciudadanía...¡Qué desilusión, especialmente en los partidos llamados progresistas!SAlu2.

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Totalmente de acuerdo contigo, Marcelino, pero el ejemplo del Partido Socialista Frances nos demuestra que las cosas se pueden hacer de otra forma. A ver si cunde el ejemplo.

Ten cuidado Danielin que te puden echar del partido que algunos te tienen muchas ganas.