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domingo, 17 de junio de 2018

Llegó el "Aquarius"


Esta mañana llegó el "Aquarius" y los barcos italianos que lo acompañan. Obviamente lo primero es alegrarnos de que esas personas estén a salvo y no se hayan ahogado como tantos otros que intentaron su misma aventura, pero ahora hay que pensar sobre muchas cuestiones que plantea esta noticia y hay que pensar con la mayor serenidad posible. Creo que lo primero que hay que abordar es el papel que juegan las ONGs en este asunto, Médicos Sin Fronteras en el caso del "Aquarius", porque da la impresión de que están trabajando para las mafias de traficantes y eso sería muy preocupante. Por ejemplo las tres lanchas que "rescató" el Aqurius estaban a 20 millas de la costa de Libia y flotando sin problemas, no eran náufragos perdidos en alta mar, el barco recibe una llamada (¿de quién?) y va a recogerlos con la intención de llevarlos no al puerto más cercano, como sería lo más lógico si realmente fuesen rescatados, sino a Italia; Italia se niega a permitir el atraque y cruzan medio Mediterráneo hacia el oeste hasta España. Personas recogidas a 20 millas de la costa: eso no es un rescate sino un transporte.
Pero también hay otros temas más generales que es necesario abordar ¿Hay que abrir las fronteras a cualquiera que quiera entrar en otro país? ¿Cual seria el estatus de esos extranjeros, habría que garantizarles todos los derechos igual que a los nacionales? Datos recientemente publicados sobre estudios en 5 países africanos revelaban que en Nigeria, por ejemplo, el 74% de la población querría salir del país y el 38% planean hacerlo en los próximos 5 años. Nigeria tiene mas de 188 millones de habitantes, para que nos demos cuenta de las magnitudes de las que estamos hablando. Pero supongamos que se abren las fronteras y llegan a Europa millones de personas pertenecientes a culturas muy diferentes, la integración ya es muy complicada ahora mismo así que imaginaros lo que sería si les hiciésemos caso a esas almas angelicales que pretenden derribar las fronteras.
Otra cuestion es que la inmigración se plantea en términos de sí o no rotundos, prácticamente nadie se opone a la inmigración pero casi todos nos oponemos a que se haga de forma descontrolada. Al igual que si yo mañana decido irme a vivir a Australia tengo que pedir un visado, agenciarme un contrato de trabajo y esperar que se acepte o no mi petición, lo mismo cabe esperar de quienes quieran venir a España u otro país europeo. Le emigración controlada junto a proyectos de colaboración en los países de origen (proyectos serios y eficaces, no tirar dinero a tontas y a locas) parece un camino por el que vale la pena avanzar.
Tampoco podemos olvidar que la inmigración descontrolada está provocando un terremoto político en toda Europa, según el nuevo Eurobarómetro la inmigración se percibe como el primer problema para la Union Europea en 20 de los países miembros y el segundo problema para otros 7 países, es una inquietud que no puede seguir ignorándose ya puede puede traer consecuencias muy peligrosas como el ascenso de las extremas derechas xenófobas en tantos países. Afrontemos los retos que se nos presentan de la forma mas racional posibles, sin histerismos ideológicos de uno u otro sentido y puede que consigamos encontrar alguna solución viable

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