Durante esta semana se está celebrando el Festival de Cine de Gijón y, de momento, fuimos a ver un par de películas de la Sección Oficial. Una de ellas fue "Shadow Dancer", una historia ambientada en los años del IRA y los infiltrados que mantenían en esa organización los servicios secretos británicos. Interesante y entretenida, protagonizada por un sólido Clive Owen. No es ninguna obra maestra pero vale la pena verla.
La segunda película fue "California Solo", una de esas típicas producciones independientes americanas muy centradas en la historia de sus personajes, un tipo de películas que se agradecen entre el barullo de explosiones, carreras y disfraces de superheroes con las que nos ataca Hollywood últimamente. Desde luego contar esta historia hubiese sido imposible sin su protagonista: Robert Carlyle, quien tan bien sabe hacer esos papeles de perdedor con una enorme ternura. También vale la pena verla.
1 comentarios:
Me gustaría mucho ver hoy el documental sobre Quini que proyecta el Festival de Cine de Gijon, pero las entradas lamentablemente están agotadas. Enhorabuena Quini.
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