Los vecinos de Fomento proponen al Ayuntamiento de Gijón un trazado alternativo del carril bici. No es de extrañar, porque el carril bici en Fomento es una de las mayores barbaridades cometidas en Gijón al diseñar los carriles bicis. Y mira que se han cometido barbaridades en ese terreno. Este en cuestión consiste en un par de rayas pintadas sobre el paseo peatonal, incluso impidiendo el acceso a paradas de autobús y otros servicios, monopolizando en algunas zonas los lugares más accesibles y adecuados para el peatón. Todo ello en una zona donde se concentran miles de personas de toda edad y condición, incluyendo muchos mayores y niños. Hay que sumar una actitud a menudo demasiado agresiva por parte de los ciclistas, con gran despliegue de timbrazos, alta velocidad e incluso insultos verbales contra los que "invadan" su territorio, claro que esos mismos ciclistas no tienen ningún empacho a la circular por zonas peatonales fuera del carril bici: otra de las enormes barbaridades que permiten las autoridades gijonesas. Lo cierto es que yo soy un gran defensor del papel de las bicicletas en la ciudad, pero partiendo de la premisa de que son vehículos y tratándolas como tales, considerando a las bicicletas una alternativa a los coches. No una alternativa a los peatones como parece ser la idea del Ayuntamiento de Gijón. Cabe esperar que el Ayuntamiento valore la propuesta de los vecinos de Fomento y reflexione sobre el modelo de ciudad que queremos para Gijón: una ciudad que quede monísima en folletos publicitarios o una donde se protejan las zonas peatonales y se regule el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo al coche.
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