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martes, 8 de agosto de 2017

Mirones de playa.

Estos días Gijon esta en todos los medios de comunicación y no precisamente por algo agradable; parece ser que algún mirón de playa descubrió los encantos de algunas salvavidas y lo compartió a diestro y siniestro en las redes sociales: para escándalo de algún servicio municipal. Escándalo que podría estar justificado si lo criticado fuese la actitud de los rijosos espectadores, pero la solución a este escándalo parecía estar en un uniforme mas modosito para las observadas. Se alzaron voces haciendo notar lo descabellado de este planteamiento y recordando que el uniforme de las salvavidas no solamente era adecuado sino el habitual en este trabajo. Todo muy bien y muy sensato. Pero no se puede evitar recordar el parecido que este caso tiene con otros recientes, solo que invirtiendo el espectro ideológico Siendo entonces quienes se proclamaban de izquierdas los que exigían mas recato, claro que alegando cosas muy políticamente correctas y presentado con la adecuada verborrea al uso. Pero a fin de cuentas da lo mismo, el escándalo del "culo de Cubiella" o el pregón de Montecerrao vienen a ser lo mismo que este nuevo affaire y nueva prueba de que este neopuritanismo del que hace gala cierta izquierda es tan retrogrado como el de influencia mas derechista. La verdad es que entre unos y otros acabara siendo obligatorio el burkini y a saber cuantas otras ocurrencias mas.

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