Una delegación de Irán tenia previsto visitar el Congreso de los Diputados, así que la embajada de ese país envió al Congreso las normas protocolarias que debían regir esa visita. Normas que incluían lindezas como que las mujeres (diputadas incluidas) no podrían estrechar la mano de los iranies, deberían permanecer alejadas de ellos y no mirarlos directamente a la cara. La Presidenta del Congreso no vio nada extraño en estas demandas y remitió las exigencias iranies a los grupos parlamentarios. Solo uno de esos grupos vio algo extraño en esas "normas protocolarias" ¿Unidas-Podemos, el PSOE? no, tuvo que ser VOX quien alertase de esa barbaridad, el grupo de extrema derecha fue el único que encontró intolerable que las diputadas fueran humilladas de semejante manera. A los partidos de izquierda dispuestos a tragar por esas barbaridades tendrían que caerseles la cara de vergüenza, después de aceptar las normas de los iranies han visto desligitimadas sus pretensiones de feminismo. Es lo que tiene elevar a los altares las políticas identitarias olvidándose por completo de los principios éticos y políticos de lo que significa ser un partido de izquierdas. El Islam es una ideología fascista, profundamente totalitaria y machista hasta extremos que nos parecen inconcebibles. Por algún enloquecido motivo hay sectores de la izquierda que les disculpan barbaridades como su tratamiento de las mujeres, especialmente Irán tiene un lugar reservado en el coranzoncito de mucho pseudoizquierdista actual, aunque su dictadura teocratica es tan
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