
No hace mucho el PP y la derecha económica se lanzaron a una campaña sin tregua en defensa de una reforma laboral, según ellos pieza clave para salir de la crisis. El gobierno del PSOE se negaba con rotundidad y, en consonancia con las posiciones de izquierda, argumentaba que esa reforma no era necesaria y que, en realidad, lo que se pretendía era abaratar el despido.
Pero los mercados y poderes financieros presionan duramente al Gobierno que, dando muestras de desconcierto y poca seriedad, cede y Rodríguez Zapatero presenta una Reforma Laboral mediante la cual la indemnización por despido baja de 45 a 33 días. Es más: el Estado -todos nosotros-...