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sábado, 9 de agosto de 2008

Pekín 2008: El Mayor Espectáculo del Mundo

El deporte, desde mediados del siglo XX, se ha convertido en una de las actividades sociales más importantes para los ciudadanos, especialmente para los de los países más ricos, unánimemente reconocido como positivo para la salud y las relaciones sociales. Una actividad que aporta prestigio a quienes la practican en una sociedad que da a la imagen una enorme importancia y que, en definitiva, practicándolo con normalidad es bueno para la salud.

Aunque esta relación tan dulce entre el deporte y la sociedad se rompe con casos como el doping, que tanto daño hace al deporte de alta competición, no es óbice para que los deportistas de élite sean personajes con una gran relevancia mediática que, en muchos casos, llegan a sustituir a los grandes líderes políticos en su prestigio como modelos a seguir. No hay más que ver los esfuerzos que los más importantes líderes mundiales harán para fotografiarse con los deportistas más famosos en sus países, una foto prioritaria en sus carreras... a pesar de que ya algunos de estos deportistas de élite sean reacios a esta utilización (casos cercanos a nosotros podrían ser Fernando Alonso o David Villa)

En fin parece indiscutible que el deporte es una actividad con prestigio y que está de moda, lo que se refleja claramente en la Olimpiadas: acontecimiento de masas con una incalculable incidencia política y social. Pudimos comprobarlo en España con las Olimpiadas de Barcelona en 1992, que supusieron un punto de inflexión definitivo en la mejora de la imagen de nuestro país en el resto del mundo por la excelente organización de estos juegos y los resultados de los deportistas españoles en el medallero. No es de extrañar que muchos países apueste fuertemente por tener unas Olimpiadas como factor de prestigio y escaparate privilegiado para mostrar lo bueno que un país tenga que ofrecer. Un escaparate único con más de 30.000 periodistas, más de 16.000 deportistas y cientos de miles de turistas, lo que se convierte en una campaña publicitaria impagable y un elemento dinamizador de las inversiones hoteleras, hosteleras, en sistemas de comunicación e inversiones deportivas.

En el caso de China, las Olimpiadas llevarán a que muchas personas conozcan un país único, con una gran cultura y una historia impresionante. También a una gente excepcional con graves problemas de libertad y derechos humanos. Pero seguramente las propias Olimpiadas obligarán a régimen chino a abrir brechas de libertad y democracia que serán imposibles de cerrar una vez terminen los Juegos, como puede ser lo relativo a situación en el Tibet. Personalmente creo que en el aspecto de los derechos humanos, mucho más importante que el deportivo, estas Olimpiadas van a ser clave y marcar un claro antes y después en la política de China y los bellísimos edificios construidos con motivo de los Juegos serán un auténtico monumento a la real modernización de China

Otra de mis esperanzas es que se aborde con severidad y contundencia el gran problema del doping y que el COI actúe como actúa el Tour de Francia, es decir: sin contemplaciones. El gran problema de la competición de élite es el dopaje ya que, aparte de devaluar y falsificar la competición, es un serio problema de salud para los deportistas; lamentablemente hay bastantes modalidades deportivas en entredicho aunque las que carguen con todos los marrones sean el ciclismo y el atletismo. El COI debe afrontar de una vez por todas este gran problema y no mirar para otro lado ni ceder a presiones de las Federaciones Internacionales, desarrollar un programa contundente no sólo durante los Juegos Olímpicos, sino también el resto del año. Otra de las asignaturas pendientes del deporte olímpico es la democratización de las Federaciones Internacionales, que recuerdan mucho a repúblicas bananeras regidas por grandes caciques únicamente interesados, en muchos casos, en los beneficios económicos

Y ya tenemos aquí las Olimpiadas de Pekín que cientos de millones de espectadores disfrutaremos delante de la tele porque van a ser un gran éxito deportivo a pesar de la contaminación, el calor y la humedad. España será uno de los países que ganen más medallas ya que estamos pasando por un momento histórico del deporte español y eso que deportes donde somos buenos, como los del motor, no están en las olimpiadas... aunque más incomprensible es que tampoco estén deportes como el rugby (aunque en este seamos malos). Disfrutaremos siguiendo a los olímpicos asturianos, aunque sean unos cuantos menos que en Atenas; pena que hayan fallado el piragüismo, el remo, el atletismo y los despachos. Pero bueno, desconectemos y disfrutemos del mayor espectáculo del mundo, disfrutemos de China 2008

(Publicado, con algunas modificaciones, en el diario "La Nueva España")

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