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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Festival de Cine de Gijón

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El Festival de Cine es una de las actividades más clásicas de la Gijón y, como la propia ciudad, ha pasado por incontables avatares desde sus comienzos por el año 1963. Nace como Festival de Cine Infantil y de su éxito puedo dar fe, ya que era un cliente habitual. Allí conseguí ver algunas películas que hubiese sido imposible encontrar en los cines de la época, me pasé muchas tardes metido en el cine de la Sindical, el Teatro de la Universidad Laboral o el cine que había junto al Mercado de San Agustín, devorando historias que nos llegaban de los países nórdicos o del Este.

Del cine infantil se pasó al juvenil y de ahí a los intentos de cine negro o policiaco y a los años sin etiquetas. Tras un periodo de indefinición y de unos cuantos problemas se planteó la necesidad de darle un cierto sello de identidad, se optó por aquello tan de moda entonces de lo nuevo, rompedor, independiente... aunque no tardamos en darnos cuenta de que en el cine, como fuera de él, ya estaba todo inventado. O casi.

En fin, que nos pusimos a reinventar nuestro pequeño, independiente y rompedor festival. Lo primero, obviamente, era encontrar a la persona idónea para llevar a buen puerto el proyecto, alguien que pudiese crear un equipo y dar la estabilidad que faltaba desde años atrás. Parece fácil, pero se demostró imposible. Hablamos con unos cuantos potenciales candidatos y unos no creían en el proyecto, otros no lo veían viable con el presupuesto que había... y otros, en fin, sólo estaban preocupados por su sueldo. Se acercaba el momento de poner en marcha el Festival de Cine del año 89 y seguíamos sin director para la nueva etapa, entonces hicimos lo que mejor resultado da en estos casos: liar a algún amigo. En ese caso la víctima fue Roberto Berciano que sacó adelante el encargo con su eficacia y brillantez habitual, a pesar de las prisas la edición de ese año salió muy bien y hasta tuvo su punto divertido con la presencia del actor Daniel Travanti, protagonista de la entonces famosa serie de televisión "Hill Street Blues", de acuerdo que no era muy cinematográfico pero le dio un puntillo glamuroso. La pena es que Berciano ya no se dejó utilizar en años posteriores y tuvimos que seguir buscando y rebuscando.

El caso es que después de mirar por toda España y medio mundo, encontramos el director ideal en casa: José Luis Cienfuegos. Colaborador de la revista del Festival de Cine de Gijón, apasionado y buen conocedor del cine, joven y con unas ganas enormes de hacer cosas en el Festival. Claro que cuando le propuse ocupar el cargo no se lo creyó. Una lección que vale la pena no olvidar: a veces, por puros prejuicios o snobismo, se busca fuera lo que tienes al lado.

En estos años el Festival se ha consolidado y ganado prestigio con una programación interesante y atractiva que esperamos siga mejorando aun más en los años venideros. Y esperemos también, aunque a José Luis no le guste la idea, de que aparezcan por aquí algunos nombres rutilantes, que eso también es parte de un festival de cine

12 comentarios:

Cuanto se añoran las cosas de Gijón cuando uno está lejos.

Intentare no perdermerlo, a ver como estoy de tiempo (y si el tiempo acompaña)

Saludos!

tenemos suerte de tener un buen festival de cine en Gijón pero todavia tiene que mejorar porque hay otros festivales de ciudades de un nivel parecido a Gijón cuyos festivales tienen más repercusión a nivel nacional.de todas formas creo que podemos estar orgullosos de nuestro festival

No a los "gafa pastas" en el Festival de Gijón.

No cabe duda que una parte importante de un festival de cine que se precie es la presencia de estrellas de relumbrón. Aqui, en Gijón, tuvimos la suerte de contar con la presencia de Catherine Denevue, ella sola llenó de glamour el Teatro Jovellanos. Fue maravilloso.

Muy interesantes tus "intrahistorias", como siempre.

Se termina el Festival de Cine de Gijón con buenas pelis y mucha gente en las salas de proyección. Por cierto, parece ser que Frank Gallo pieza basica en la selección de pelis del festival se marcha al festival de Buenos Aires, si es verdad que le vaya bonito. Ahora a trabajar para el proximo año que hay cosas que mejorar.

Quien hubiera visto a Catherine, ¡envidia!

Lo del glamour en Gijón suena a chiste. Para tener repercusión "fundamental" actores y actrices conocidos.
¿Cada vez más gente? Pues, si.
Pero como casi todo en Gijón. Cuando necesitamos gente llamamos a los colegios y listo.
Y si no que se lo pregunte a los museos, como hacen número.

entre Berciano y Cienfuegos ¿no fué director Mario? ... y la verdad Daniel, si consideras que el protagonista de una serie de tv tiene glamour o que Caterine D es el techo cinematográfico al que puede aspirar la ciudad... en fin....
me quedo con las peliculas de animación made in Chequía que vimos hace tantos años ya.....

El festival de cine de Gijón tiene una doble cara (como casi todo, dependiendo del criterio emitido, claro).
Por un lado, es independiente como el que más, aunque pague el ciudadano, me refiero a independencia creativa,diferente y atrevido en su selección de peliculas.
Por otro lado,se nota un cierto inmovilísmo,relajación mas bien, lógica por otro lado; es muy difícil sin cambiar de equipo, cambiar de dirección o tomar riesgos.
El festival de cine de Gijón es sobre todo un ejercicio de "snobismo" tolerado por su éxito "comercial", una especie de motor de ferrari, sin la carrocería, sin el brillo.
Aún así, es una gran iniciativa a la que desear una larga permanencia, ya que dota al mes de noviembre de un programa de otro modo inimaginable...para mejorar siempre hay tiempo.

Os dejo una entrada que hice tiempo atrás en mi blog recordando los inicios de esta última etapa del Festival, puede ser un buen momento para recordar aquellas batallitas.